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07/01/2021

China. Sprays, karaokes y pato pekinés.

Una tarde, de camino a la oficina y sin previo aviso, recibimos una llamada con la propuesta de ir a China en 15 días para hacer un documental, sin conocernos de nada, a Gerga le habían pasado nuestro contacto desde un amigo del audiovisual que estaba en la India por esas fechas (un lío). Con un proyecto repentino, atípico y algo loco por las distancias e improvisaciones, cogimos un vuelo a Beijing para pasar 10 días super intensos. Una Sony a7s, dos lentes Canon L (35mm y 100mm), un monopié manfrotto y el Ronin S de DJI a estrenar. Un proyecto audiovisual que salió de la nada, de un día para otro viajando a tierras desconocidas con la ilusión de un niño en su mañana de Reyes.

The Opposite House, es un hotel de lujo en el distrito financiero de Beijing, Chaoyang – Sanlitun. Una burbuja en medio de esa inmensa ciudad que tiene la mitad de población que España. Un hotel cerrado y en obras que se llenaba durante el día con el ajetreo de los trabajadores que lidiaban para tenerlo listo en la fecha límite, pero se convertía cada noche en un desierto donde el silencio solo se rompía al realizar y documentar el mural de 22 x 6 metros que Gerga tenía que completar en 6 días. Éramos los únicos huéspedes en un hotel gigante, lleno de largos pasillos, numerosas plantas, millones de rincones… y en la capital China. Sin duda un entorno extraño y del todo inusual. Todos estos ingredientes dieron sabor al documental NO EGO. 

También hubo tiempo en esos días para conocer al menos una parte de esa inmensa Beijing. Con Gerga como guía y haciendo labores de productor conocimos a músicos, visitamos localizaciones únicas, paseamos por las avenidas repletas, disfrutamos del trabajo de artesanos milenarios, pudimos ver como la vida de la capital se iba desarrollando desde los ancianos que juegan en sus parques, a los jóvenes en los karaokes y centros recreativos.

Por un tiempo, nos sentimos dentro de ese estallido de vida, y tuvimos incluso la oportunidad de pintar un mural junto a él en las calles de Beijing. 

Sin duda una experiencia única para reafirmar y descartar estereotipos chinos, descubrir y vivir en primera persona nuevas experiencias y comprimirlas en unos pocos días donde perderse en un país que es en sí mismo un mundo.

Algunas de esas vivencias podéis encontrarlas en WATCHING THE GIANT.